Ante la Navidad siempre llega una época marcada por el consumo y por un alto gasto familiar. Y no está de más recordar que comprar es necesario, pero el consumo requiere de cierta responsabilidad por nuestra parte. Ser responsable no implica necesariamente dejar de comprar, sino hacerlo con cabeza, con criterio. Porque todos podemos escoger. Significa, en el fondo, comprar mejor, y posiblemente, ahorrar. Tener en cuenta lo que nos hace realmente falta, cómo nos vamos a desplazar a esa compra, saber cómo, dónde o de qué manera se ha fabricado cierto producto…
Por supuesto que son fechas de grandes compras, de comidas familiares y de regalos. También está claro que comprando decidimos también apoyar a uno u otro tipo de comercio, y en nuestro caso siempre queremos dejar claro el compromiso que como ayuntamiento tenemos con el pequeño comercio local. Pero también es lógico que pensando antes de comprar, y siendo razonables, seguramente acabaremos por favorecer a aquéllos que nos dan más confianza.