En las últimas semanas hemos convivido con una polémica más efervescente que sólida, en torno al uso del velo integral; como en otros municipios, ha llegado a ser debatida en el último pleno municipal. Detrás de esta efervescencia mediática, señalaré que no me parece un problema que esté en la calle. Lo que sí se percibe es que hay motivaciones que no nos gustan, se intuye un debate manipulado. Por eso, en primer lugar, en la moción finalmente aprobada hemos querido recordar que ya en el año 2000 el pleno municipal acordó no hacer de la inmigración un arma de confrontación partidista ni que se instrumentalizara electoralmente.
Por supuesto que además de ello, el respeto a los derechos humanos, y nuestra postura en favor de la igualdad y la libertad, también nos hace ser contrarios a una prenda como el velo integral. Con estas ideas claras, lo más sensato es que haya un marco común que regule estas cuestiones, por coherencia y por sentido común, y en ese caso corresponde establecerlo a las administraciones del Estado y la Generalitat. Otra cosa serían prohibiciones a medias, disparidad de criterios y un despropósito de medidas discordantes que eternizarían este debate.
Nuestro trabajo, y llevamos años haciendolo, se hace tanto dentro desde las iniciativas del Consell de la Dona en favor de la igualdad, contra la discriminación, o contra las prácticas que atenten contra la dignidad de las personas. También apostamos por el diálogo y el entendimiento por encima de todo, con todas las comunidades, e intentando prevenir conflictos, no atizándolos.