Esta tarde se inaugura en el Castell la 26ª Mostra del Còmic, que con ese bagaje ya podríamos decir que más que madurez, está en edad de haber terminado la carrera, de estar buscando trabajo, de topar con duras pruebas de selección... y de estar inmersa en la realidad de la vida, de haber llegado a la madurez de medios, espacios, y propuestas. Pero como estamos hablando de cómics, de una muestra articulada alrededor de un concurso que se nutre de gente joven, es obvio que siempre vamos a encontrar cosas nuevas, detalles distintos, participantes que se estrenan y que aman o disfrutan de esta forma de creatividad.
Dicen que el mundo de los cómics es para una minoría, pero sin esas minorías que inventan, que crean, que tienen talento, difícilmente se avanza en ningún tipo de arte. En Cornellà de Llobregat seguimos creyendo en este pequeño mundo, en su porción de arte, su porción de entretenimiento juvenil, su porción de pequeña industria cultural. De ahí que no podemos decir que estamos ante una edición más, porque la renovación es continua. En cada momento se hace necesario pensar en nuevas viñetas, en innovar, en aportar cada uno lo que sabe, si queremos progresar entre todos.