El día a día nos absorbe y no nos deja ver con perspectiva la positiva evolución de la ciudad en la última década. Pero si queremos ver cómo hemos mejorado y crecido un buen termómetro es el nivel de instalaciones que se han creado en la ciudad en los últimos años, entre 2004 y 2010. En concreto, hemos aumentado a cerca de 20 el número de nuevos equipamientos y otros se han visto remodelados completamente.
Ha sido sin duda un importante salto cualitativo y una potente inversión, sin comprometer nuestras finanzas. Hoy en día somos una ciudad que crece en el ámbito educativo, sanitario y social y también en innovación, en servicios sociales y en deporte; porque hemos adaptado y creado equipamientos de forma racional y de acuerdo con las necesidades sociales y también porque no hemos estirado más la mano que la manga.
Es pues momento de valorar y disfrutar de lo que tenemos, de beneficiarnos de todos los servicios y equipamientos que están a nuestra disposición, desde el respeto a lo público y bajo las normas más elementales de convivencia y civismo.
Somos una ciudad que ha crecido y lo seguirá haciendo, pero quizás a partir de ahora nuestro foco de atención se tendrá que centrar más en el detalle, en perfeccionar los recursos y servicios que tenemos para que las personas de esta ciudad se sientan respaldadas y tengan unas garantías. Tenemos que trabajar ahora para fortalecer nuestra posición y rentabilizar todo lo que hemos conseguido.