La crisis económica que hemos sufrido en estos últimos años ha tenido una clara repercusión en el planteamiento y planificación de nuestras políticas municipales. La vulnerabilidad a la que se han visto expuestos muchos ciudadanos y ciudadanas ha hecho que nuestra prioridad se centrase en reforzar todas nuestras estructuras, para evitar la fractura social e impedir poner en peligro todos los servicios y recursos que habíamos conseguido en estos años.
Nuestro papel como gestores no ha estado exento de dificultad porque, aunque muchas de las medidas que se debían tomar no eran de nuestra competencia, es evidente que sí eran de nuestra incumbencia, y debíamos atender con precisión y premura las prioridades sociales que se nos planteaban. Para ello, hemos contado fundamentalmente con nuestros recursos, gestionándolos con racionalidad, con precisión, responsabilidad y planificación; teniendo en cuenta, además, los recortes que han ido realizando las administraciones autonómica y central.
No ha sido fácil. Y todavía quedan muchas cosas por hacer, pero hemos construido una sólida red de estructuras sociales, culturales, urbanas y económicas, que nos hacen tener pilares estables y seguros para hacer frente al futuro.
Uno de nuestros principales objetivos ha sido mantener todos los servicios y equipamientos con los que contamos en la ciudad, fortalecer y proteger una red de 83 equipamientos educativos, deportivos, sociales, culturales y lúdicos que ofrecen servicio a miles de familias. A las más de 26.000 personas de la ciudad que realizan alguna actividad física organizada en alguna de las instalaciones municipales o a través de las entidades deportivas de la ciudad; o al 40% de los ciudadanos que es usuario de las bibliotecas municipales.
No hemos cerrado ni uno de nuestros equipamientos ni tampoco ningún servicio ciudadano en estos años. Tenemos ocho escuelas bressol municipales, una red de tres bibliotecas, residencias de personas mayores, ludotecas, centros cívicos, casals, centros para jóvenes, un centro tecnológico (Citilab) y quince instalaciones deportivas, entre otras. Y nuestro objetivo es seguir el mismo camino, reforzando estas estructuras con más equipamientos, como dos nuevos espacios de lectura en Almeda y Fontsanta, que empezaremos a construir en 2016.
En definitiva, hemos trabajado con una estructura en red, con sólidos pilares cuyas piezas forman parte de un puzle que encaja a la perfección para desde el trabajo presente ganar el futuro, sumando esfuerzos y sinergias hacia objetivos de progreso, cohesión social y competitividad.