En noviembre empieza a trabajar un nuevo grupo de 100 personas en el marco de los planes de empleo municipales que hemos impulsado este año. Es por un período de seis meses y, como ya pusimos en práctica el año pasado, más de la mitad de ellas estarán vinculadas a actividades relacionadas con el sector de la educación: profesores y refuerzo en bibliotecas, centros de formación y otros programas educativos.
Seguimos en la línea del Acuerdo Social 2012-2015, y con estos contratos, ya habremos dado un empleo de seis meses a más de 1.000 personas que estaban sin trabajo en ese período, dentro de los planes de choque municipales contra el paro. Hemos defendido que estos planes no son la solución perfecta, pero son las medidas que están dentro de nuestras capacidades, y que podemos tomar de manera urgente. Dedicamos a ello una importante inversión dentro de nuestro esfuerzo de acción social, y también de cohesión social.
Justamente, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publicaban los periódicos el pasado viernes hablaban de una reducción de parados, pero sin creación de empleo, lo que sí sería un claro índice de recuperación. Con esta situación, lo que aumentan son las familias que ya no pueden acceder a esa ayuda, y deben acudir a servicios sociales: más parados de larga duración, más temporalidad... Por lo tanto, estoy lejos de acoger esas cifras como una buena noticia.
Desde el Ayuntamiento, seguiremos trabajando, ofreciendo medidas de apoyo a las familias de Cornellà que están en situación de riesgo, aportaremos nuestros activos a un esfuerzo que debería ser más amplio, y que no se debería escudar en una supuesta recuperación. Hace falta más.