Desde que empezó esta cruel crisis, una de mis constantes ha sido observar cómo y en qué medida estaba afectando a las familias de Cornellà para poder, dentro de nuestras posibilidades, aportar soluciones e impulsar medidas que nos permitieran ayudar y no dejar a nadie desprotegido, principalmente a aquellas familias en las que alguno de sus miembros o incluso todos perdían su empleo.
Esta dura situación ha cambiado la perspectiva de muchas cosas y nos ha hecho también observar con detenimiento el perfil de esas familias para poder dar respuestas. Y en esa línea hemos definido y encauzado los presupuestos municipales de los últimos años.
En el ámbito laboral, uno de los más afectados, la situación ha sido y es preocupante, pero desde aquí hemos trabajado duro para intentar revertir la situación. Y no sólo con palabras sino con recursos. En 2012 impulsamos un plan de choque local, para dar empleo a personas de la ciudad en paro. Desde entonces hemos ofrecido trabajo a 1.100 personas, de manera temporal, y hemos destinado alrededor de 6 millones de euros.
Hoy, cuando se habla de una leve recuperación, los datos de paro en la ciudad marcan un ligero cambio de tendencia. Actualmente hay 2.853 personas menos desempleadas respecto a 2012 y en el mes de septiembre de este año se realizaron 3.302 contrataciones, de las que cerca de un 20% han sido indefinidos.
Esta evolución positiva es debida a factores externos, pero también han tenido que ver las decisiones que hemos tomado, ya que de la totalidad de empleo generado este año en Cornellà el 15% se ha realizado a través de los planes locales de ocupación. Asimismo, hemos alentado a los emprendedores con medidas como la “cuota cero”, el proyecto 6+6 para ayudar a las empresas, la ampliación de los viveros o la ampliación de servicios del Centre d’Empreses; además de mantener todos los servicios y las inversiones proyectadas.
Evidentemente, son parámetros que nos hacen pensar que vamos por el buen camino, pero sin perder la perspectiva de la realidad de muchas familias que aún siguen sufriendo y a las que no dejaremos atrás, todo lo contrario. Hemos dado pasos adelante y en eso hemos de seguir. Para ello, el nuevo Acuerdo Social es uno de nuestros principales instrumentos, para que la brecha social sea cada vez más débil, y para seguir trabajando, desde el consenso y la corresponsabilidad, por la justicia social y el bienestar de las personas.