Para que la ciudad no se degrade, y el espacio público se mantenga en niveles adecuados y agradables, son necesarios trabajos diarios de mantenimiento y conservación del espacio público. Pequeñas brigadas que restauran un banco que se rompe, pintan una baranda, mejoran un parterre, replantan un árbol, sustituyen una baldosa, reparan un columpio… la lista es muy extensa a lo largo de un solo día, pero son esas pequeñas actuaciones exprés, prácticamente inapreciables a simple vista, las que nos permiten mantener la ciudad y evitar que se deterioren algunos espacios.
Estos microproyectos son tan o más importantes, que los de mayor envergadura, porque éstos últimos no se pueden hacer realidad sin tener en perfecto orden los detalles más pequeños. En este camino contamos con una herramienta on line: “A prop Teu”, que con la ayuda de los ciudadanos nos permite actuar con mayor celeridad. Pero también es cierto, que en ese trayecto debemos encontrarnos con la complicidad y el civismo para hacer un buen uso del mobiliario, de las instalaciones municipales y los espacios comunes.