En la historia de Cornellà tiene un protagonismo especial su tradición industrial. Hoy en día, algunos ejemplos de las grandes fábricas que transformaron la ciudad reciben nuevos usos. El Museu Agbar, antes la Central de Aguas de Barcelona, fue especialmente significativo; después, estuvo el Citilab, y también llegará el momento de Can Bagaria, entre otros. Es ya habitual en las ciudades buscar nuevos usos a esos grandes edificios, muchas veces culturales, y su valor arquitectónico original sirve para enriquecer la nueva propuesta.
Desde ayer, el Museu Agbar acoge una exposición que retrata, en ese contexto, su propia transformación, de ese espacio industrial a un espacio de cultura, de ocio, de aprendizaje: 'Espais recobrats. Els nous usos del patrimoni industrial català'.
Pincelada cultural que empieza a sumar opciones para lo que este 2018 nos prepara: estrenaremos exposición también en Can Mercader, el domingo, en este caso centrada en nuestro patrimonio natural: ‘El Llobregat. 1 delta, 6 pobles’, se estrena el domingo a las 12 horas. En este caso, un esfuerzo divulgativo llevado a cabo conjuntamente por ayuntamientos y museos de nuestro entorno.
Un último apunte: como ya expliqué el pasado lunes, recordad que a partir del domingo 21 se cerrarán durante la mañana 16 calles al tráfico de coches, excepto para vecinos. Y así será todos los domingos, en parte para mejorar el medio ambiente y tener unas calles más pacificadas, pero también para darnos cuenta de que vuestra calle, al completo, sin coches, es un lugar más para disfrutar y realizar actividades de ocio con el vecindario o con la familia.