Para entender mejor su funcionamiento, lo mejor es entrar en la web de e-Bicibox. En resumen, habrá una flota de 300 bicicletas eléctricas a compartir, que se podrán llevar de una estación a otra. En Cornellà tendremos 8 estaciones con base para 56 bicicletas, cerca de otros transportes públicos principalmente.
Este servicio se inscribe dentro de la estrategia del AMB, y de Cornellà evidentemente, para promocionar la bicicleta como transporte urbano habitual, una pieza más del esfuerzo para avanzar hacia una movilidad más sostenible, eficiente, y menos contaminante.
En esta estrategia, como es lógico, entran estos nuevas modalidades de transporte, que se están desarrollando, que cada vez tienen más usuarios, y que nos obligan también a pensar de otra manera en la distribución del espacio público y de los viales.
Pero es además muy importante mantener nuestra apuesta por el transporte público, un sistema que con la máxima eficiencia, es el valor añadido de cualquier área metropolitana. Poder ir de A a B combinando metro, autobús, tranvía... y por qué no, también con nuestras propias bicicletas o estas del servicio e-Bicibox supone una transformación evidente de la movilidad personal.
Las cifras son realmente espectaculares: en 2018, las estaciones de Cornellà, incluyendo Renfe, Ferrocarrils, Metro y autobuses diurnos, sumaron más de 22 millones de usos.
Esto subraya uno de nuestros principales valores, ser un ciudad conectada, integrada en una metrópolis de ciudades que se tienen que diseñar como un gran ecosistema urbano del cuál dependerá nuestro desarrollo futuro: movilidad personal, economía, e infraestructuras compartidas.
