Durante los meses del confinamiento y la progresiva desescalada, nuestra ciudad ha estado vacía prácticamente. Nosotros confinados y las tiendas cerradas, a excepción de las panaderías, las de alimentación o de primera necesidad como las farmacias, y los mercados. Son muchos los comercios que han sufrido el cierre y que han experimentado pérdidas, en muchos casos, irrecuperables. Son el comercio de proximidad, familias que conocemos, que cada día suben su persiana para ofrecernos sus productos y para poner a nuestro alcance, con mucho mimo y sacrificio, sus mejores propuestas. Para ellos, y con ellos, hemos trabajado y adoptado medidas para ofrecerles un punto de apoyo para poder sobrellevar esta situación tan dura y extraordinaria.
Como ya he explicado en anteriores posts, son medidas de carácter transversal, definidas en un Plan Municipal Extraordinario dotado con 2,7 millones de euros.
De esta partida, destinamos al comercio y a las empresas locales unos 630.000 euros, que incluyen, además de un servicio de asesoramiento en materia de ahorro energético o revisión de las medidas fiscales, propuestas para dinamizar el comercio local. Entre ellas, iniciativas como la comercialización de un ‘bonus compra a casa’, dotado con 300.000; un fondo de 240.000 euros para ayudar a complementar gastos extraordinarios realizados para afrontar los efectos de la pandemia, la creación de una plataforma ‘market-place’ o un servicio de logística para impulsar el comercio local y favorecer la venta online y a domicilio. Además de reforzar otros programas que ya tenemos en marcha, como la ‘Cuota 0’ cuando se va iniciar un proyecto, o el plan de ocupación 6+6, para promover el empleo.
Son herramientas para optimizar sus recursos y revitalizarlos. Pero todo ello no servirá de mucho si no nos concienciamos, si nosotros los consumidores no les damos nuestro apoyo. Comprando en los comercios de nuestro barrio nos beneficiamos de muchas cosas: del trato personalizado, de la calidad, del precio y, fundamentalmente, de la confianza. Son muchas las familias que dependen de ello, y en estos duros momentos es también una forma de sumar como comunidad para mantener un comercio con compromiso, que aporta y es parte activa de nuestro tejido urbano y social.
Nuestro agradecimiento a este esfuerzo se ve reflejado en este vídeo para dar visibilidad a todas esas personas que cada día levantan sus persianas para ofrecernos sus servicios. Comprem a Cornellà, Comprem a Casa!