Me despedí del blog en agosto hablando de la inauguración del estadio del Espanyol, y vuelvo debiendo tocar el mismo tema. Durante este mes de vacaciones he recibido correos electrónicos, bastantes de ellos por parte vecinos del barrio de Riera, cuestionando por qué no había hecho una mayor mención de los incidentes que se produjeron, en especial antes del partido, por parte de una minoría de radicales, vinculados según parece a las brigadas blanquiazules.
Ya contesté a esos correos, y lo reitero aquí, que quise destacar el hecho de la inauguración del campo, y que no era justo poner en una balanza al comportamiento ejemplar de 40.000 personas, junto a la actitud lamentable de una veintena de energúmenos. Inmediatamente se analizó el problema y se plantearon las primeras decisiones; durante el mes de agosto ya ha habido reuniones entre Mossos d'Esquadra y el ayuntamiento, y desde septiembre incluyendo a los vecinos. Probablemente también va a hacer falta algún ajuste en el tema de movilidad. Por encima de todo, queremos tomar las medidas adecuadas para evitar que éstas personas se apropien de la convivencia, y somos conscientes de que debemos seguir trabajando en ello. No hemos querido rehuír el problema, no obstante, las cosas son como son, es necesario no precipitarse y ajustar debidamente soluciones efectivas.