Desde septiembre, entre otras reuniones, he tenido la oportunidad de recibir a grupos de inversores, a presidentes de empresas multinacionales; de los contenidos de estas conversaciones, voy conociendo mucho mejor, también, cuáles son sus perspectivas sobre la situación económica actual, y tengo la percepción de que algo se va moviendo en el mundo económico. Dentro de mi responsabilidad, les he planteado cuál es la situación de Cornellà, cuáles son sus oportunidades, y como respuesta he encontrado disposición a buscar la manera de intentar revertir las actuales circunstancias, el tiempo dirá si lo podemos concretar.
También hemos conocido hace pocas semanas la apuesta de Siemens para mejorar su centro productivo en Cornellà, en colaboración con la Universitat Politècnica, y un nuevo logro de la biotecnológica Oryzon, que ha desarrollado una herramienta para la detección precoz del cáncer. Todo ello nos dice que es evidente que algunas cosas se están moviendo, que no todo está parado.
Eso nos da la posibilidad de plantearnos, con más optimismo, el trabajo que permita sentar las bases y la planificación que llevamos haciendo desde hace meses para facilitar la implantación de nuevas inversiones privadas y públicas en nuestra ciudad, y así encadenar nuevos estímulos económicos. La economía, el crecimiento, el trabajo, están interrelacionados y cuando cuesta encontrar buenas noticias, estos movimientos nos invitan a mirar el futuro desde una óptica algo más positiva.