No podemos acabar con la crisis, pero sí paliar sus efectos, y no estamos hablando de hacer beneficencia como muchos nos quieren hacer creer, el Acuerdo Social es mucho más. Para empezar, hemos creado una red social formada por centenares de personas, con una gran implicación, que nos ayudan a mantener el clima social en la ciudad, a evitar la fractura social de Cornellà. Pero lo que aún es más importante, es que con un puesto de trabajo temporal o con el acceso a uno de los huertos sociales que estamos terminando de construir, estamos dando autoestima, apoyo a las personas, vecinos y vecinas de la ciudad que han visto como su proyecto de vida se desvanecía y con él su propia dignidad. Con el trabajo que estamos realizando, y al cual le queda un largo recorrido, estamos ayudando a la gente a incorporarse, de nuevo, a la autovía de la vida.
Y para ello sólo contamos con nuestros recursos, ya que no podemos contar con el apoyo de las administraciones central y autonómica. Pero no nos detenemos. El miércoles, además de hacer balance de los proyectos que hemos impulsado, también se plantearon nuevas iniciativas como la organización de unas sesiones de formación, el plan educativo de Ayuda en Acción y la Peña del Dominó para fomentar el estudio en el instituto Maria Aurèlia Capmany, de Sant Ildefons, o unas jornadas de reflexión sobre la pobreza, entre otros muchos, que próximamente verán la luz. El Acuerdo Social contra la Crisis es un proyecto vivo y sobre todo, real.