Hace unos meses el Ayuntamiento recibió un ingreso extraordinario procedente de una plusvalía por la venta de un edificio en el World Trade Center. En total son 875.000 euros que destinaremos a dar continuidad a los proyectos que tenemos en marcha para paliar los efectos de la crisis en nuestra ciudad y para defender la dignidad de las personas. Se suman a los 800.000 recibidos a finales de año por una venta similar y que en ese momentos destinamos a hacer realidad un nuevo plan de empleo local, creando 150 puestos de trabajo temporales para personas de Cornellà.
Ahora, el nuevo ingreso se destinará a dos ámbitos para nosotros igualmente prioritarios dada la actual coyuntura social: a la defensa del derecho a la vivienda y a un fondo social de financiación de estudios universitarios. Así, de estos 875.000 euros, un total de 735.000 los dedicaremos al Fons d’Habitatge para alquiler social, que gestionará la empresa municipal Procornellà. Para ello, en una primera fase haremos una convocatoria pública para que los propietarios de pisos vacíos los pongan a disposición de este fondo, hasta llegar a un máximo de 40 inmuebles y, en paralelo, crearemos una comisión que realizará un estudio de todas las personas en situación de vulnerabilidad que puedan optar a una de esas viviendas. A partir de aquí, a través del fondo se pagará gran parte del alquiler, y una parte menos cuantiosa será asumida por las personas que vayan a vivir en la vivienda.
Los 140.000 euros restantes, los destinaremos a nuestros jóvenes. Concretamente a crear el Fondo de Financiación de Estudios Universitarios, que estará orientado a ayudar a estudiantes universitarios cuyas familias tienen escasos recursos y no pueden hacer frente al elevado precio de las matrículas, aún teniendo un expediente académico adecuado.
En total, entre los dos ingresos procedentes de plusvalías hemos tenido una retribución extraordinaria superior a los 1,6 millones de euros. Podríamos haber destinado esos ingresos extra a muchas cosas, es cierto, pero nuestra principal prioridad son las personas, intentar que mantengan su dignidad, que sus derechos sean respetados y sigan integrados en una sociedad que, para algunos colectivos, es cada vez más desequilibrada e injusta. No podemos permitirlo, y nosotros, aunque con pequeños gestos queremos seguir en este camino. No es tan complicado, es cuestión de prioridades y voluntades.
El sábado en El Periódico de Catalunya se publicaba un reportaje sobre este tema.