Hoy se inaugura la Universitat d’Estiu de les Dones. Es la octava edición de un programa de estudios de verano pionero, gracias al entendimiento entre el Ayuntamiento y la Universitat de Barcelona. Su orientación siempre ha sido aprender más de historia, de temas culturales, filosofía, con perspectiva de género.
Del mismo modo en que esta perspectiva ofrece una nueva mirada sobre el conocimiento en los estudios superiores, en nuestros esfuerzos por construir una sociedad más justa, ha sido fundamental la apuesta por educar en clave de igualdad a cualquier edad, no es algo reciente, aunque la asunción por parte de todos de la necesidad de acabar con ciertos roles y actitudes, ha sido progresiva. Especialmente, en los institutos, se ha hecho un buen trabajo, y desde hace años se realizan muchas actividades en clave de difusión de la igualdad, con un papel destacado entre las Propuestas Educativas, y de hecho, los propios jóvenes han llevado a cabo iniciativas notables y muy bien pensadas.
Pero estamos preocupados, justamente en el tema de los y las adolescentes, y no es una cuestión local, se ha debatido en diferentes medios a raíz de encuestas recientes y de los datos de las oficinas de atención. Aunque por supuesto que nuestra sociedad ha avanzado mucho en el tema de igualdad, sorprende que entre los jóvenes se mantengan valores y conductas que no casan con estos avances: en lo que respecta al control de la pareja –muy condicionado por redes sociales y móviles-, en los puntos de vista sobre qué es y qué no es violencia de género. Ejemplos que se mencionan en estos artículos publicados en El País y El Periódico.
Queremos dar una vuelta de tuerca más en esa educación en clave de igualdad, entre los adolescentes, incidir más en el momento en que pueden aparecer ciertas actitudes, y estamos planteándonos que en el instituto haya una figura que advierta o aconseje, que se explique, desde su propio nivel, creando la Xarxa d'agents d'igualtat. La preocupación significa que debemos prevenir, y prevenir es educar. Del modo en que ya lo hemos hecho, pero con la necesidad de adaptarnos a las nuevas realidades. Es un compromiso ineludible para conseguir una ciudad comprometida en la erradicación de la violencia machista.