Explicando los presupuestos para este año he utilizado a veces el concepto de evitar la degradación del espacio público para uno de sus ejes fundamentales, junto con la especial atención a políticas sociales, y mantener servicios y equipamientos en ámbitos de educación, cultura, deportes... Quizá el término ‘degradación’ sorprende, pero con él hago referencia en que estos años en que la legislación limita – y mucho – las inversiones y prácticamente asfixia la capacidad de acción de los municipios, nos hemos preocupado de conseguir que eso no se note en el aspecto de nuestra ciudad.
No hemos querido que todas esas limitaciones afecten al espacio público, es obvio que ha hecho falta cambiar prioridades, pero mantener limpio, seguro y en buenas condiciones ese espacio común, las calles, la ciudad, contribuye también a la comodidad, a la sensación de seguridad de sus habitantes.
Las acciones más cuantiosas las desarrollamos a través de la política de inversiones y, debo remarcarlo, sin ir al mercado de deuda, por cuarto año consecutivo. Así nos ajustamos a los condicionantes legales; el presupuesto para 2016 incluye 4,2 millones de euros en inversiones, y una buena parte de los más de 4,6 millones incorporados del superávit de 2015, también ayudarán a trabajar en conservación y mejoras del espacio público.
A destacar, el Cornellà Natura, este proyecto de innovación urbana, que empieza a caminar este año, con una dotación de 600.000 euros, y es sólo el principio de una actuación muy ambiciosa para vertebrar toda la ciudad a partir de espacios verdes, para que el entorno público tenga unos recorridos vinculados a espacios reformados, acompañados de jardines y vegetación, y que lo hagan más amable; que de alguna manera, invite a hacer un uso del mismo y a compartirlo, al mismo tiempo que a respetarlo. También se reformará la avenida Baix Llobregat, adecuando unos espacios urbanos –donde estaba el parque de la Ribera- que por la transformación de su entorno han perdido su función. Otra actuación significativa será en el subsuelo, el colector IV (entre las calles Travesera y Padre Marchena), presupuestada en 400.000 euros. Este tipo de infraestructuras, que no vemos, requieren mejoras y actualizaciones costosas, pero que son imprescindibles para el buen funcionamiento de toda la red de saneamiento. Y dotaciones de menor cuantía a temas igualmente importantes, como la reforma de juegos infantiles, actuaciones en el arbolado público, en renovación de puntos de luz, etc.
Es importante recordar que mantener el espacio público va mucho más allá de los proyectos, porque lo primero que se nos reclama, como Ayuntamiento, es garantizar los servicios públicos básicos que nos corresponden, la limpieza viaria, recogida de residuos, alumbrado, saneamiento, la seguridad... Renovar el espacio urbano para evitar su degradación tiene su ‘cara B’, es cuidarlo, es protegerlo, es un esfuerzo compartido, como hemos hecho en los últimos años con ‘A prop teu’, con el que intentamos responder con la máxima rapidez a las preocupaciones que cualquiera de vosotros puede notificar, cuando un banco, una acera está dañada, o hace falta un paso cebra o cualquier otra idea que estudiamos, como mínimo, para darle una buena solución.