En temas sociales hemos decidido abrir nuevas vías y reforzar las que siguen siendo necesarias. Algunas las hemos ido desgranando estas últimas semanas mientras explicábamos el presupuesto para 2016. Otras, siguen funcionando, no hacemos titulares de ellas cada mes, pero forman parte de un amplio compromiso ciudadano articulado a través del Acord Social que se debe renovar en breve: la Botiga Solidària, la Oficina de Mediación Hipotecaria, las ayudas a la pobreza energética, por poner algunos ejemplos.
Pero para esto hacía falta un posicionamiento inicial, y determinar nuevos caminos para abrir una salida a la crisis, siguen haciendo falta compromisos que al menos pasen por no recortar los servicios y prestaciones más básicos. En Cornellà no lo hicimos, los hemos mantenido o les hemos dedicado más presupuesto cuando ha sido posible.
Por ejemplo, en empleo, hace un mes han empezado a trabajar cien personas más del último plan de empleo, que aprobamos a final de 2015. Y es así porque la cifra de paro continúa muy alta (15,4% al terminar febrero), y ese es el mejor indicador de que sigue la crisis. Muchos de esos empleos los creamos en el sector educativo, porque queríamos mejorar ciertos temas, como el refuerzo escolar; mientras, otros, se siguen planteando recortes.
Por otro lado, en las becas comedor, hemos asumido las becas en cada caso que se ha detectado la necesidad, cerca de mil entre escuelas bressol y escuelas de primaria, lo que sumó unos 285.000 euros en 2015. Pero también hemos querido abrir otro camino, con el plan ‘Educa’t Saludablement’ que hemos iniciado para poder alargar estas ayudas a los institutos, y acompañarlas de actividades, ya que en el fondo, en cada caso de insuficiencia alimentaria, hay una situación de vulnerabilidad social con peligro de generar otras problemáticas.
Ahora el Parlament ha aprobado que las ayudas comedor lleguen a todos los escolares que las necesitan, veremos cuando llegan esas ayudas al territorio, y cuál es su alcance. No puedo dejar de recordar que, además, diversos de los servicios que estamos ofreciendo – servicios sociales básicos, inclusión social, transporte adaptado, planes de empleo – deben ser financiados por la Generalitat y los hemos tenido que asumir en los últimos años, y forman parte de esa deuda de más de nueve millones que mantiene con el Ayuntamiento que estamos reclamando.
Este año, seguiremos con este compromiso y seguiremos intentando detectar las situaciones que puedan poner en peligro la cohesión social, y cimentar un sistema de apoyo básico, amplio y basado en el esfuerzo colectivo, para que nadie se quede atrás.