El pasado 31 de octubre se conmemoraba el Día Mundial de la Ciudad. Una jornada marcada en el calendario por las Naciones Unidas para poner el punto de mira en estos núcleos urbanos que son el motor de nuestra sociedad.
Hace unos días reflexioné sobre la ciudad como espacio de protección integral de las personas, un ámbito en el que los compromisos municipales, marcan su destino. Os dejo dos artículos para reflexionar al respecto. Uno mío, publicado en la revista La Factoria hace unos días, en el que enumero las directrices que hemos seguido en Cornellà para no dejar a nadie atrás, fortaleciendo nuestros espacios de referencia, transformando el entorno público para poder generar estabilidad, y creer y apostar por las personas, por su talento, capacidades y oportunidades.
Hemos transformado la ciudad para naturalizarla y ahora damos un paso más para humanizarla. Como remarco en dicho artículo “debemos proteger el músculo social y educativo, y además contar con un espacio público cómodo y adaptado a nuestra dimensión, y a partir de ahí seguir trabajando desde el consenso para desarrollar las propuestas que nos hagan progresar hacia un modelo de ciudad más humano e igualitario, en el que nadie se quede atrás”.
El segundo artículo para pensar al respecto es el que publicó hace unos días Joan Subirats, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Barcelona, en El País, que se titula “Vivir en las ciudades”.
https://revistalafactoria.org/articulos/para-que-nadie-quede-atras
https://elpais.com/elpais/2018/10/17/opinion/1539773083_417226.html