Hemos tenido que aprender a navegar contra una crisis sanitaria que no habíamos vivido en décadas en los países occidentales, y sobre la que todavía hay incerteza sobre cuánto tiempo va a prolongarse, hasta que podamos pasar página de esta enfermedad. Pero sobre lo que ya estamos seguros, es sobre el daño que va a proyectarse sobre la economía, tanto en España, como a nivel mundial y, lamentablemente, en nuestra ciudad.
Si luchar contra la Covid-19 nos ha obligado a tomar medidas sin precedentes, sin estar seguros tampoco de cómo iban a funcionar, lo cierto es que para las consecuencias de esta nueva crisis económica hemos querido reaccionar con la máxima rapidez, y el camino más seguro ha sido retomar el itinerario marcado a partir de la crisis de 2008.
Entonces llevamos adelante un acuerdo social con la participación de la mayoría de partidos, con las entidades sociales y con el tejido económico de la ciudad, para responder a través del máximo consenso y disponer también de un marco de diálogo y compromiso. Esta vez, de entrada, el primer paquete de medidas aprobado ha salido adelante con el respaldo de todos los grupos municipales del pleno. Creo que la unanimidad ilustra la importancia de los retos a los que nos enfrentamos, y la seriedad de este primer planteamiento.
La primera medida de choque es reservar un fondo de contingencia social de un millón de euros, es decir, retener parte del presupuesto de este año para poder hacer frente con agilidad a las respuestas que debamos organizar desde ya. Y en segundo término, como ya hicimos hace diez años, retomar el impulso de los planes de empleo, porque sabemos que muchas personas se han quedado o se pueden quedar en el paro, y de ese hilo pende el que muchas familias caigan en un umbral de pobreza del que cuesta muchísimo salir.
Entre las medidas sociales aprobadas, ya se han incluido dotaciones para emergencia social y refuerzo de la Botiga Solidària. También habrá ayudas (tanto a personas físicas como comercios) y bonificaciones en temas fiscales, impuestos y precios públicos. Del mismo modo, se reforzarán programas que ya tenemos como la bolsa de alquiler social, la mediación que hacemos para afrontar el pago de alquileres por parte de las familias con menos recursos, y ayudas para los que pagan el alquiler de una vivienda o local propiedad de la empresa municipal. Además, hemos incluido un apartado más novedoso, que la experiencia nos ha llevado a valorar, para incidir también en la educación, en refuerzo escolar y en apoyo digital, para que esta crisis no deje atrás a escolares por la dificultad de disponer de los recursos adecuados para seguir su formación.
Intentaremos tender la mano a quienes más se puedan ver afectados por esta crisis, no solo en el ámbito personal, sino llevando nuestro máximo esfuerzo a su alcance en el ámbito económico. Por desgracia, todavía está por vislumbrarse hasta dónde va a llegar, una vez se asiente el polvo levantado por este duro golpe, del que estoy convencido que, con la ayuda de todos, también seremos capaces de levantarnos y de sobreponernos.