Hace pocos días hicimos un repaso general del grado de consecución de los objetivos, compromisos y obligaciones que suscribimos hace unos dieciocho meses con los representantes de las Entidades y Grupos Municipales. A lo largo del año, se han ido haciendo sesiones monográficas por ámbitos de actuación, en el que los diferentes responsables políticos han ido explicando lo que se estaba haciendo y lo que se llevaría a cabo, y la representación de las Entidades implicadas pedían aclaraciones y hacían propuestas. Es una forma también de dar cuentas de los compromisos adquiridos, de recoger sugerencias, y también de contrarrestar opiniones.
Recuerdo que empecé mi intervención en la sesión, agradeciéndoles no sólo su presencia en la reunión, sino su compromiso activo hacia la ciudad, porque con su trabajo, su implicación y sus aportaciones se contribuye a fomentar la cohesión social, en unos momentos tan complicados como los que vivimos. Éramos y somos conscientes de que no tenemos la "solución a la crisis" pero que ponemos pequeños granos de arena para reducir su impacto, haciendo lo que está en nuestras manos y vamos preparando la ciudad para cuando un nuevo ciclo económico llegue. No sabemos cuando será, pero nos tenemos que anticipar, a hacer los deberes ahora, para poder competir con más posibilidades. Estamos geográficamente en un espacio estratégico y lo tenemos que saber aprovechar. Este debe ser el camino.
El acuerdo social también es un buen espacio para ampliar redes de relación entre sus participantes, facilita compartir herramientas de trabajo, informaciones de interés el establecimiento de acuerdos puntuales y coyunturales de colaboración mutua, y eso también quedó patente en el encuentro.
Hemos presentado los deberes, se ha hecho su evaluación y se han dado los resultados obtenidos. La evolución de la situación parece que empieza a dar señales de estabilización. El crecimiento de la actividad económica, la formación profesional, la creación y el mantenimiento de puestos de trabajo son nuestros retos.