IGUALDAD, sin fronteras ni banderas

Llevamos décadas de avances importantes en el ámbito de la igualdad, pero aún así estamos lejos de vivir en una realidad en la que las oportunidades, libertades y derechos no estén condicionados por el género. Y, lo que es más grave, en muchos lugares la lucha por esa igualdad y por los derechos básicos de las mujeres son interpretados como provocaciones.  Por ello, no podemos ni debemos bajar la guardia.  La igualdad es una necesidad que hombres y mujeres debemos sentir, compartir y reivindicar, porque es la base del desarrollo como sociedad. Porque hablamos de personas, no de género, cuando hablamos de talento, de capacidad, de responsabilidad, de compromiso, de inteligencia, de sensibilidad, de emoción y de muchas otras cosas.

Tanto desde un punto de vista como de otro, somos personas con las mismas capacidades y por tanto debemos tener las mismas oportunidades. No lo entiendo de otra manera. Y es deber de los poderes públicos trabajar por esa igualdad real. Mientras tanto, seguiremos trabajando, reivindicando y manifestándonos por empoderar a la mujer, sin fronteras y sin barreras.

Hoy leemos un manifiesto de reivindicación en la ciudad, y se llevan a cabo diferentes actos con la implicación de diferentes grupos y colectivos de mujeres. Llevamos muchos años trabajando en este ámbito desde el municipio, con políticas transversales, con recursos municipales al servicio de la igualdad desde la educación, la información y la prevención. No podemos dar ni un paso atrás. Es una obligación y un compromiso como sociedad.

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